Es imprescindible saber que el cerebro del niño no es una réplica del cerebro del adulto en miniatura, sino que es un cerebro en continuo desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a un sinfín de modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulación que le proporciona el entorno en el que se desarrolla.
En muchas ocasiones, el diagnóstico oportuno evita o detiene la progresión del daño neurológico.
Patologías más frecuentes:
- Problemas de aprendizaje
- Problemas del desarrollo psicomotor (lenguaje, pensamiento, motricidad)
- Convulsiones y epilepsias
- Cefaleas
- Trastornos del sueño
- Enfermedades neuromusculares
- Trastornos de atención con o sin hiperactividad
Algunos síntomas de cuando habría que consultar:
- Cuando el niño no tiene un rendimiento escolar esperado, pese al esfuerzo
- Cuando no desarrolla lazos afectivos o es muy irritable
- Cuando tiene antecedentes de prematurez
- Cuando no tiene hábitos de estudio o presenta problemas de aprendizaje y/o conducta
- Cuando presente dolor de cabeza
- Cuando presente un cambio en su conducta habitual
- Cuando presenta trastornos del sueño
- Cuando tiene una marcha anormal